viernes, 18 de julio de 2025

A 31 años del atentado a la AMIA – Una lectura astrológica

 

El 18 de julio de 1994, a las 9:53 de la mañana, un atentado terrorista destruyó la sede de la AMIA en Buenos Aires. Fue el ataque más cruento de nuestra historia reciente, dejando 85 víctimas fatales y más de 300 heridos. Tres décadas después, la herida sigue abierta: la justicia no ha llegado, y la impunidad continúa siendo un agravio a la memoria colectiva.

Desde la astrología tradicional, ciertas configuraciones presentes en las cartas mundanas de ese período resultan altamente significativas. El Ingreso del Sol en Aries —considerado desde la antigüedad como la carta anual por excelencia para cada nación— ya anticipaba un clima de tensión y violencia.

En ese Ingreso Solar de 1994, levantado para Buenos Aires, se observa una figura particularmente inquietante: Mercurio, Marte y Saturno se hallan en conjunción en Piscis, signo de agua mutable, y todos ubicados en la casa VII, asociada a los enemigos declarados y los ataques abiertos. Esta configuración sugiere un clima de confusión, agresión encubierta y desestabilización. Además, dicha conjunción se produce sobre la Luna de la carta del 25 de mayo de 1810, reforzando la resonancia directa entre el Ingreso del año y una de las cartas fundacionales de nuestro país. La Luna —significadora tradicional del pueblo— queda así alcanzada por los dos maléficos mayores y por Mercurio, planeta vinculado a desplazamientos, mensajes, rutas y vehículos: todos elementos involucrados en el atentado.

La tensión se ve amplificada por el eclipse lunar del 25 de mayo de 1994, con la Luna en Sagitario en conjunción al Medio Cielo de la carta levantada para Buenos Aires. El Ascendente del eclipse cae en 4° de Piscis, exactamente sobre la Luna del 25 de mayo de 1810, lo cual acentúa la activación de puntos sensibles del radix nacional. Además, el eclipse ocurre con Marte exiliado en Tauro , en oposición aplicativa  a Júpiter en Escorpio, repitiendo el eje Marte-Júpiter con gran tensión y potencial destructivo.

Por si fuera poco, el eclipse activa directamente la triple conjunción de Mercurio, Marte y Saturno del Ingreso de Aries, generando una figura de violencia, caos y desestabilización. La superposición de estos factores configura un escenario astrológico excepcionalmente agresivo, con implicaciones directas sobre la estructura social y la seguridad colectiva.

Asimismo, el Ingreso Solar en Cáncer de 1994, el más próximo al atentado, el que nos habla del estadodel pueblo,  refuerza el clima de tensión señalado en las cartas anteriores. El eje Ascendente/Descendente se encuentra en 4° Virgo/Piscis, activando nuevamente la posición de la Luna de la carta del 25 de mayo de 1810. En esta figura, Marte exiliado en Tauro se halla en oposición a Plutón, sobre el eje de las casas III y IX, involucrando simbólicamente vehículos, desplazamientos y asuntos vinculados con el extranjero —tres factores clave en la mecánica del atentado. Esta oposición, además, se forma sobre el eje nodal, lo que, desde la interpretación tradicional, incrementa su poder disruptivo. La Luna en Sagitario, (conjunta a la del eclipse) en tanto, se encuentra en cuadratura a Saturno, que permanece aún en la casa VII, reforzando el tono de conflicto y amenaza externa.

Estas cartas reflejan un clima simbólico general, que anticipaban crisis, tensiones y hechos de alto impacto.El hecho de que el eclipse del 25 de mayo de 1994 coincidiera con un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo no es en absoluto un indicio menor: la superposición de un eclipse lunar con una fecha fundacional de la república es considerada, en la tradición astrológica, como un presagio de perturbaciones colectivas de gran escala, especialmente si toca puntos sensibles del radix nacional —como ocurre en este caso, donde la Luna del eclipse se encuentra en conjunción al Medio Cielo y el Ascendente cae exactamente sobre la Luna de la carta de 1810.

Desde la mirada astrológica, estos testimonios celestes no son advertencias aisladas ni determinismos fatales, sino señales simbólicas que se inscriben en el tejido del tiempo, revelando tensiones latentes que pueden materializarse si coinciden con las condiciones terrestres. La reiteración de configuraciones disonantes sobre cartas fundacionales y la coincidencia de un eclipse con el aniversario de la República nos recuerdan que los ciclos del cielo acompañan los ciclos de la historia. 

Por esa razón a 31 años del atentado, honramos a las víctimas y reafirmamos el compromiso con la memoria, la verdad y la justicia. Desde nuestra disciplina, también invitamos a no desatender los signos que el cielo inscribe. Honrar a las víctimas también implica reconocer estas resonancias, sostener la memoria y mantener viva la exigencia de justicia.

A continuación, presento las cartas astrológicas más relevantes que, desde la perspectiva astrològica,  considero vinculadas a los hechos del 18 de julio de 1994. Se incluyen el Ingreso Solar en Aries, 1994 el eclipse lunar del 25 de mayo de 1994, y el Ingreso Solar en Cáncer, todos levantados para Buenos Aires. Estas cartas, analizadas en relación con la carta fundacional del 25 de mayo de 1810, muestran claras activaciones sobre puntos sensibles, anticipando simbólicamente un año signado por la tensión, el peligro externo y el impacto colectivo.













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