lunes, 22 de septiembre de 2025

El eclipse del 21 de septiembre en la carta maya de la Argentina y en la de Javier Milei

 

El 21 de septiembre de 2025 se produjo un eclipse solar en 29° de Virgo, en el Nodo Sur y en estrecha relación con Saturno en Piscis, con el que forma una oposición exacta de grado.

En la tradición, un eclipse en el Nodo Sur no inaugura expansiones, sino que señala procesos de clausura, pérdida y desgaste. La oposición con Saturno intensifica el carácter restrictivo y sombrío del fenómeno: donde Saturno interviene, hay freno, limitación, sensación de agotamiento y necesidad de enfrentar consecuencias ineludibles. En este caso, el eclipse equinoccial —ocurrido a horas del ingreso del Sol en Libra— marca un umbral colectivo cargado de tensión, como si el inicio del nuevo ciclo de estación se abriera bajo un signo de fragilidad.

En la carta de la Revolución de Mayo (25 de mayo de 1810, Buenos Aires), el eclipse se ubica en conjunción con la cúspide de la casa II, sector que en astrología mundana se asocia a los recursos económicos, la moneda, la producción y las reservas del Estado. La localización es elocuente: anuncia crisis financieras, debilitamiento de los recursos y tensiones en la capacidad de sostén material de la nación. El Nodo Sur refuerza la idea de vaciamiento, mientras que la oposición a Saturno en Piscis advierte sobre un tiempo de restricciones severas, empobrecimiento y pérdida de seguridad colectiva.


El impacto se amplifica porque el Ascendente del eclipse en Buenos Aires cae sobre la Luna de la carta del 25 de mayo, significadora del pueblo. Esto conecta directamente la crisis económica (casa II) con el malestar social, mostrando que el fenómeno repercutirá de manera palpable en la vida cotidiana de la población. El sentir colectivo, reflejado en la Luna, se teñirá de desaliento y desconfianza, con la percepción de que los recursos se agotan y que la estructura económica pierde solidez.

En relación con la carta del 25 de mayo de 1810, además del eclipse en conjunción con la cúspide de la casa II, resulta de gran importancia el tránsito de Urano sobre el Sol en los primeros grados de Géminis. El Sol, símbolo del poder, la autoridad y la representación del Estado, al ser alcanzado por Urano anuncia rupturas, giros inesperados y transformaciones súbitas en la conducción política del país. Este tránsito suele traer escenarios de inestabilidad y cambios repentinos en la figura del gobernante o en la manera en que la nación ejerce su soberanía. La superposición del eclipse con la inminente acción de Urano sobre el Sol natal refuerza la imagen de un tiempo de tensiones disruptivas, donde la búsqueda de nuevas formas de orden se produce a través de la crisis.


 En la carta de Javier Milei (22 de octubre de 1970, 23:59  Buenos Aires), el eclipse en Virgo no toca directamente a su Sol, pero la figura del eclipse presenta un elemento crucial: Marte en 29° de Libra se encuentra en conjunción exacta con su Sol natal. El Sol, símbolo de la autoridad y la vitalidad, unido a Marte bajo la sombra de un eclipse, indica un tiempo de choques de poder, desgaste de la figura presidencial, confrontación abierta y riesgo de decisiones impulsivas.


A esto se suma que el eclipse, aunque desde Virgo, cae en conjunción disociada con su conjunción natal de Marte y Plutón en los primeros grados de Libra. Este detalle es especialmente importante porque Marte es regente de su casa X, la de la profesión y el cargo de gobierno. La activación simultánea de Marte natal y del regente del Medio Cielo muestra que su rol presidencial y su capacidad de ejercer autoridad quedan directamente comprometidos. La figura del gobernante no solo se ve forzada a confrontar tensiones externas, sino que el eclipse toca los puntos más críticos de su carta, vinculados al ejercicio del poder y a la forma en que éste se sostiene o se pierde.

En síntesis, el eclipse del 21 de septiembre abre un ciclo de fragilidad económica e institucional para la Argentina, al caer en la cúspide de la casa II de la carta maya y oponerse a Saturno en Piscis, mientras que en la figura de Milei activa de manera directa su Sol natal a través de Marte del eclipse, y de forma disociada su conjunción natal Marte/Plutón, regente de la casa X. El resultado es un escenario donde país y presidente se ven atravesados por el mismo patrón: restricción, desgaste y confrontación con límites que ponen en evidencia la vulnerabilidad del momento histórico.

 

jueves, 4 de septiembre de 2025

Eclipse total de Luna del 7 de septiembre

 El 7 de septiembre de 2025 se producirá un eclipse total de Luna en el grado 15° de Piscis, con el Sol en oposición en 15° de Virgo. Como toda sizigia eclipsada, actúa como una lunación potenciada, cuyos efectos se prolongan durante meses y se hacen sentir con fuerza en las cartas nacionales y en los Ingresos solares.

Al ocurrir en signos mutables, anuncia crisis de adaptación, inestabilidad y cambios difíciles de conducir. La Luna eclipsada se encuentra en conjunción al Nodo Norte y, aunque más tarde alcanzará a Saturno en el último grado de Piscis, su primer aspecto aplicativo es un trígono a Júpiter en 19° de Cáncer, planeta exaltado y en recepción mutua con la Luna. Este contacto introduce un matiz de protección: Júpiter en Cáncer simboliza auxilio, solidaridad, el amparo de instituciones tradicionales o religiosas, e incluso apoyos internacionales. Aunque el resplandor lunar queda oscurecido y la inestabilidad emocional y social se impone, la recepción con Júpiter sugiere que el pueblo encuentra algún sostén que atenúa en parte el impacto, aun cuando el encuentro posterior con Saturno recuerde los límites y el desgaste de recursos.

Al ser un eclipse total, la Luna adquiere un color rojizo y se lo conoce como “Luna de sangre”. Astronómicamente, este fenómeno se debe a la dispersión de la luz solar en la atmósfera terrestre, que filtra las ondas más largas y rojizas. No obstante, en la tradición astrológica y popular, ese enrojecimiento se ha leído como presagio de pérdidas, enfrentamientos y convulsiones colectivas, reforzando la percepción de un tiempo crítico y de crisis inevitable.


En la carta del eclipse levantada para Buenos Aires, Plutón en 1° de Acuario se ubica conjunto al Ascendente (2° Acuario), indicando un tiempo de transformaciones profundas, tensiones sociales y presiones colectivas que emergen con fuerza. Marte en 20° de Libra, exiliado, se encuentra en conjunción con el Medio Cielo (22° Libra), y su simbolismo requiere una atención particular. En primer lugar, refleja un gobierno enfrentado a disputas y acciones desequilibradas, donde las respuestas tienden a ser más reactivas que constructivas. Pero, al hallarse en Libra, Marte puede expresarse también en conflictos judiciales, tensiones diplomáticas y negociaciones forzadas, así como en protestas sociales que alcanzan amplia visibilidad. Su exilio muestra debilidad: la fuerza pública puede mostrarse desbordada, y la acción militar o policial resulta ineficaz o genera más caos que orden. La tradición, además, vincula a Marte angular en el MC con incendios, enfrentamientos armados o accidentes de resonancia pública, fenómenos que sacuden la vida política y exponen la fragilidad del poder.

Lo más significativo es que este eclipse ocurre sobre el Ascendente de los Ingresos cardinales de 2025: tanto en el Ingreso de Aries (Ascendente en 17° Piscis) como en el Ingreso de Cáncer (Ascendente en 14° Piscis). Esto constituye un doble subrayado sobre el Ascendente nacional, reforzando su impacto sobre el pueblo argentino y marcando el clima social de esta parte del año con gran intensidad.



Un punto decisivo es que Júpiter en Cáncer se encuentra en conjunción al Sol de la carta de la Independencia argentina (17° de Cáncer). Este contacto, en principio benéfico, señala respaldo al país en medio de la crisis, ya sea a través de instituciones, alianzas o figuras protectoras. Sin embargo, ese mismo Sol recibe la cuadratura de Marte angular desde Libra, lo que refleja confrontaciones directas con la figura presidencial y con la autoridad en general. Se da así una tensión marcada entre la posibilidad de auxilio (Júpiter) y la presión de la confrontación (Marte).

La coincidencia del eclipse con las elecciones en la provincia de Buenos Aires acentúa aún más su impacto. Tradicionalmente, los eclipses no son momentos propicios para inicios colectivos, pues introducen confusión y tensiones emocionales. La presencia de Plutón en el Ascendente y Marte exiliado en conjunción al Medio Cielo refleja un clima de fuerte confrontación y de disputas abiertas en el ámbito político, con riesgo de polarización extrema o de resultados difíciles de conducir. La condición de Luna de sangre añade el simbolismo de un momento crítico y cargado de dramatismo, mientras que el trígono inicial de la Luna a Júpiter exaltado sugiere que, a pesar del contexto convulso, pueden surgir apoyos institucionales que contribuyan a encauzar el proceso.



En conjunto, el eclipse anuncia para Argentina un período de profunda conflictividad social y desgaste en la autoridad, marcado por la presión plutoniana sobre el pueblo y por la multiplicidad de significados de Marte exiliado en el Medio Cielo: desde disputas políticas y tensiones diplomáticas hasta manifestaciones sociales, choques con las fuerzas de seguridad o accidentes de impacto colectivo. No obstante, la aplicación inicial de la Luna a Júpiter —y su conjunción con el Sol nacional— abre la posibilidad de que existan redes de contención, apoyos externos y gestos de protección que mitiguen parcialmente los efectos, aunque el escenario general seguirá teñido de tensiones, límites y confrontaciones inevitables.